sábado, 8 de junio de 2013

Experiencias que favorecen la adquisición de destrezas para el desarrollo de la ventas


Resolución de conflicto

En la casa, en nuestro lugar de trabajo, en el gobierno y en el mundo entero, nos vemos enfrentado a diferentes conflictos, uno más grandes que otros, pero que nos afecta de igual manera.

Cuando nos referimos a un conflicto, esto quiere decir que hay más de una parte involucrada y que además están con opiniones totalmente distintas, sin embargo , tratar de resolverlo es algo en el que hay que tener varias habilidades.

Si bien un conflicto es sinónimo de disputa no siempre es tan malo, porque  al tratarlo puede resultar bastante beneficioso por ejemplo porque por sí  sólo está exigiendo un cambio, además provoca la liberación de estrés

Cuando se ven enfrentado a esta situación les propongo considerar estos puntos:

- Como primer paso siempre es bueno tener un mediador, es una persona que no tenga intereses comprometidos, que pueda entender el problema desde afuera y con una visión objetiva.
- Aplicar la empatía tratar de entender su punto de vista, no cerrarse a la idea de tener la verdad absoluta, sólo de esa manera se puede llevar a la decisión correcta y que sea favorable para ambos.


Negociación

Normalmente las personas asocian la negociación sólo a empresas o grandes entidades. Pero no es así, constantemente vivimos negociando.
Nos encontramos negociando a diario en la oficina, en los conflicto de pareja, incluso en la calle. la idea es tener claro que nuestras negociaciones deben ser equitativas para ambas partes.
En  ventas si queremos mantener nuestros clientes, es negociar de una manera que sea beneficioso para ambos, si solo pensamos en ganar solamente, llegaremos a un enfrentamiento personal, que dañe la relación para siempre y ese cliente perderá la confianza.
La mejor manera de ver nuestro acuerdo es pensar en nuestro cliente como un aliado al cual seguiremos necesitando para el surgimiento de nuestra empresa y no mirarlo como un enemigo.


Habilidad de empatía y asertividad

Dos grandes habilidades que debe tener un negociador es la empatía y la asertividad. Al revisar cada uno de ellos como habilidad independiente, podemos darnos cuenta que están bastantes ligadas, la empatía tiene por objeto entender la postura del otro y la asertividad dice de entrar las palabras exactas en el momento justo. Por lo tanto podemos decir que la asertividad es una consecuencia de empatía.
 para adquirir la habilidad de empatía podemos hacer los siguientes ejercicios:

- Prestar toda la atención en la necesidad del otro.
- Escuchar y pregunta de recabar el máximo de información.
- Entender que es lo que necesita, no solo su razonamiento y argumentaciones sino también sus sentimientos.
- Sea simpático esto logrará el relajo e incluso sacar una sonrisa a su cliente con esta   habilidad adquirida sabremos que ofrecerle al cliente, saber que le molesta y que es lo que gusta. Es correcto, sabremos como tratarlo.



Comunicación verbal y no verbal en las ventas

Cuando vamos a un centro comercial nuestra compra depende mucho del vendedor que tenemos enfrente, si nos ofrece más, si nos genera confianza,  además si estamos cómodos o nos sentimos relajados. ¿De qué depende todo esto? 

Aquí algunos tips que encontré:

- Claro, preciso y sencillo, evitando tecnicismo, argot, frases hechas, refranes o palabras demasiados rebuscadas.

 -Gráfico y descriptivo, de forma que genere imágenes mentales con claridad, pues no tenemos ningún otro medio de apoyo más que la palabra.

-Dinámico, hecho que se consigue evitando los verbos en futuro y condicional, conjugándolos en presente y no demostrando ninguna expresión de vacilación.

-Positivo, sin utilizar giros y expresiones que evoquen ideas negativas en el cliente, sino palabras y frases confirmadas, positivas y de interés.

-No redundante, evitando superlativos inútiles o demasiados adjetivos; siempre que sea posible, utilizar una sola palabra en lugar de una frase.

Además, a lo largo del proceso de venta, trataremos de que nuestro lenguaje esté adaptado al tipo de lenguaje que utiliza el interlocutor y que tendrá que estar encaminado al fin que se persigue.

Por último, es importante evitar la falsa confianza y la falsa humildad. En este sentido, hay que tener muy claro que «si el receptor no entiende es culpa del emisor».











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